Agar-Agari asistió a la presentación en Chiclana del último libro del
comunicador gastronómico Pepe Oneto, Con
sabor a Carnaval. Recoge más de sesenta recetas de cocina gaditana
habituales de estas fiestas, pues como el propio autor empezó diciendo, no
existen platos exclusivos del Carnaval sino un uso especialmente festivo de
algunos de los platos de nuestra cocina tradicional. El por qué se escogen esos
platos y no otros, además de diversas curiosidades sobre el origen o el
contexto de esas recetas, son parte también del trabajo del libro, completando
así el recetario con un importante bagaje de cultura gastronómica.
Se celebró la presentación en las instalaciones de la Bodega Cooperativa Vitivinícola de Chiclana (Polígono El Torno), la bodega más grande de Chiclana, constituida como cooperativa desde 1992 y cuyo Presidente, Manuel Manzano, hizo de introductor del acto. En la mesa, moderada por Juan Antonio Mena, autor de un capítulo en el libro sobre la relación histórica de los vinos de la zona y el Carnaval, estaban también Santiago Jordi, Presidente de Enólogos de España; el miembro de Agar-Agari Manuel J. Ruiz Torres, investigador gastronómico y autor de un capítulo en el libro sobre la gastronomía histórica del Carnaval, y el propio autor del libro, Pepe Oneto.
Manuel Manzano da la bienvenida a su bodega
El jerezano Santiago Jordi, ingeniero agrónomo y enólogo asesor, recordó la importancia de los vinos de Chiclana dentro de los vinos de la provincia, avanzando la necesidad de ampliar la difusión de los mismos. Unos vinos que han de acompañar la importancia del turismo en la ciudad y venderse como uno de sus atractivos históricos. Su presencia, la primera en un acto público como Presidente de la Federación Española de Asociaciones de Enólogos, supone todo un respaldo de los profesionales del vino al valor de los vinos de Chiclana.
Santiago Jordi
El agarita Manuel J. Ruiz Torres habló un poco, sin destriparlo para no reducir ventas del libro, bromeó, sobre su propio capítulo, "La cocina del exceso en el Carnaval de hace doscientos años". Coincidió con el autor en que no existen platos carnavalescos pero sí una elección y, sobre todo, una actitud en estos días hacia la comida. Esa actitud es la del exceso, ante la inminencia de los días de abstención -de carne y de relaciones sexuales- que impone la Cuaresma. Habló de los dos grandes transgresores de la gula, la carne y los dulces. Y, sobre ellos, girará toda la cocina del Carnaval. Como ilustración de todo esto, contó algo sobre el origen de los confetis, dulces de origen italiano envueltos en papelillos de colores que se arrojaban unos a otros en bailes y calles. Con el tiempo, se sustituyeron por los papelillos sólos, que siguieron llamándose así; mientras los dulces secos, semillas de anís envueltas en una glasa de azúcar, pasaron a denominarse confites, origen de la confitería.
Manuel J. Ruiz Torres
El bloguero Juan Antonio Mena, codirector del blog Tubal, habló de su capítulo que hace un recorrido por la historia de los vinos gaditanos en su relación con el Carnaval. A partir de una cita de Peynaud, con la que él mismo arranca su capítulo, "catar es el arte de utilizar nuestra memoria y de jugar a rememorar nuestros recuerdos". Hizo especial mención a los vinos de Chiclana, donde esporádicamente reside, y de los poco conocidos vinos tintos que se elaboraban, ya a principios del siglo XX, en la finca de Campano, convertida luego en un colegio salesiano interno. Homenajeaba así los nuevos vinos tintos elaborados en la provincia, de altísima calidad, no como una circunstancia acomodaticia a los nuevos gustos de consumo sino como parte de la misma historia de nuestros vinos. Concluyó con otra cita, de Manuel Vázquez Montalbán: "un pueblo que no bebe los vinos de su tierra tiene un grave problema de identidad".
Juan Antonio Mena
El autor, Pepe Oneto hizo un recorrido por su libro, desde las recetas hasta las faldillas de edición donde desarrolla anécdotas o la historia de los platos. Citó el ejemplo de las tortillitas, desde las más populares de camarones hasta las bacalao o verduras, muy populares durante los Carnavales, por su facilidad para ser transportadas hasta el lugar de su consumo. Una de las características de esta cocina de Carnaval es su portabilidad, platos que pueden llevarse hasta el lugar de las agrupaciones y comerse allí mismo, de pie en medio de una multitud. Habló también de su particular homenaje en el libro a las fiestas gastronómicas carnavalescas, desde la erizada y la ostionada que abren la fiesta hasta las muy diversas comilonas populares con las que diversas peñas participan en las fiestas.
Pepe Oneto
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