sábado, 2 de marzo de 2013

Cata de Vinos con alma atlántica en el Hotel Playa Victoria

Un equipo agarita formado por Mercedes López Pérez y Manuel Ruiz Torres asistimos a la presentación de los vinos representados en la provincia por la empresa portuense Delatierra. La cata tuvo lugar en los salones del Hotel Playa Victoria, de Cádiz, dentro de su Ciclo de Experiencias Gastronomicas. La mesa de enólogos estaba formada por el jerezano Flequi Berroti, en representación de las Bodegas Ziries, de Montes de Toledo, y las de la Compañía de Vinos Telmo Rodríguez, con bodegas en varias Denominaciones de Origen; la gaditana Verónica Ortega, representando su propia bodega, del Bierzo; Rodrigo Méndez, por Bodegas Forja del Salnés, en Meaño, Pontevedra; y Marc Isart, por Bodegas y viñedos Bernabeleba, de San Martín de Valdeiglesias, Madrid.




Se presentaron un total de trece vinos. A lo largo de las distintas intervenciones, coincidieron en calificar a sus vinos como vinos Atlánticos, porque hacia ese océano miran, tanto en su orientación geográfica como en su carácter. Define Paco Higón, en un artículo en Verema, estos vinos atlánticos como "más ligeros, de graduación más moderada, frescos y con tramas más livianas". En la cata, con frecuencia, explicaron que sus vinos eran "más largos que amplios", aludiendo a que actuaban sobre el final de la lengua, donde se percibe la acidez y el amargor, más que en el ancho de la lengua, donde se nota la amplitud y exuberancia del vino.



Empezamos con un Gaba do Xil Godello 2011, de la Compañía de vinos Telmo Rodríguez. Un blanco sin crianza de uvas Godello con D.O. Valdeorras. Las uvas proceden de viñas de suelos de pizarras rojas, situadas en las poblaciones orensanas de Larouco y Santa Cruz. El vino tiene buena acidez, muy verde, fresco, divertido, sabroso, con toques salinos al final. Su precio está en unos 9 euros por botella.



Siguió un Navaherreros Blanco de Bernabeleva 2011. Vino de uvas Albillo y Macabeo, criadas en viñas sobre suelo de arenas rotas y granito, con algo de pizarra. es un vino sin intención de protagonista de la mesa, acompaña. Predominan las características de la uva Albillo: meloso, poca acidez, salino, con un final amargo. Su precio está sobre los 9 euros.



Después, un Leirana Albariño 2011, de Bodegas Forjas del Salnés, D.O. Rias Baixas. Procede de viñedos muyt próximos al Atlántico (Meaño, Cambados), lo que le da un toque salino. Vino muy fresco, aromático, ácido. Esta añada tiene algo de carbónico, que se va rápido. Su precio es de unos 12 euros.




Probamos a continuación, para compararlos, dos vinos seguidos de la Compañía de vinos Telmo Rodríguez, D.O.Rioja. En primer lugar, un Corriente 2009, de uvas Tempranillo, Garnacha y Graciano procedentes de diversos pueblos de La Rioja, criadas doce meses en barrica. Su precio es de unos 10 euros.


A continuación, un Lanzaga 2008, de la misma bodega, elaborado las mismas variedades de uvas y de un único lugar de procedencia, viñedos ecológicos de la propia Compañía.  Se cría en barricas entre 14 y 18 meses. El resultado es un vino más mineral, más concentrado y con más madera. Su precio es de unos 17 euros.


Seguimos con un Navalegua 2010, de Bodegas Ziries. Un vino 100 % de uva Garnacha, procedente de viejas viñas de los montes de Toledo, antes abandonadas y ahora en cultivo ecológico. Tiene una crianza de entre seis y siete meses en barricas usadas de roble francés. Su precio es de unos 6 euros.



Pasamos a un Navaherreros 2009, de Bodegas Bernabeleva, un tinto joven de uva Garnacha de viñedos viejos. Fermentado en depósitos de acero inoxidable con raspón, el llamado tanino verde que, en zonas cálidas aporta valores de frescor, acidez de fruta y aroma. Su precio está sobre los 13 euros.



Continuamos con Ziries 2011, de las Bodegas de igual nombre, en Montes de Toledo. Un vino monovarietal de Garnacha de cepas de más de cuarenta años, de suelos arenosos. Fermentado con un 50 % de raspón (mitad de las uvas despalilladas y la otra mitad no). Se crían luego en barricas de menos de tres años durante doce meses, se filtra levemente y no se clarifica. Su precio ronda los 12 euros.


Seguimos con otro vino de la misma Bodega de Montes de Toledo, el Melé 2011 Paraje Granítico. Se trata de otro experimento de esta innovadora bodega, cada año se escogerá una parcela de las seis que conforman la viña y se vinificará sólo de esa procedencia. Se pretende mostrar así las posibilidades de la misma uva Garnacha dependiendo de las características de suelo y clima de la parcela de donde procede. Este primer vino procede de las cepas más viejas, con más de 56 años, plantadas en suelo granítico arenoso. Se fermente con parte de raspón y se envejece en barricas de roble francés de menos de tres años durante diez meses. Su precio, sobre los 23 euros.




Continuamos con Bernabeleva Arroyo del Tórtola 2010, de Bodegas Bernabeleva. Vino de uva Garnacha de viñedos de más de 65 años, que envejecen en barrica entre once y trece meses. Las uvas proceden de la cara norte de la sierra madrileña, zona más caliente y, por lo mismo, la primera en vendimiarse. El vino tiene una presencia rústica, austera. Según el enólogo Marc Isart es "de tensión estrecha, golpea en la boca". Es un vino con recorrido para mejorar al envejecer en botella. Su precio está sobre los 23 euros.



Seguimos con un R.O.C. 2010, de Bodega Verónica Ortega, de viñedos de Valtuille de Abajo, en El Bierzo. Es una primera añada, de la que sólo se han elaborado 600 botellas. Vino monovarietal de uva Mencia, de viñas muy viejas en suelos muy minerales de pizarra y arcilla con arenas. Según la enóloga Verónica Ortega, "el suelo de arcilla le aporta músculo al vino, y la arena, finura". Se fermentan con un 50 % de raspón en barricas abiertas, se extraen muy lentamente y después envejecen un año en barricas usadas.




Pasamos, a continuación, a probar el Bastión de la Luna 2011, de Bodegas Forjas del Salnés, D.O. Rias Baixas. Vino elaborado con uvas Mencía, Loureiro, Espadeiro y Caiño Tinto, con una crianza de doce meses en barricas de roble americano y francés, de sexta y séptima generación. Las viñas se descargan en agosto, mes y medio antes de vendimiar. Es un vino sobrado de acidez aunque a veces se queda corto de grados, y hay que hacer, como en Borgoña, una chaptalización, añadiendo azúcar a los mostos para aumentar su alcohol. Es un vino con gran frescura. Su precio está en unos 15 euros.



Terminamos con un Goliardo Caiño 2010, también de Bodegas Forjas del Salnés, de D.O. Rias Baixas. Un vino escaso, del que sólo se elaboran 1.500 botellas. Las uvas Caiño es una variedad autóctona de la que se tiene noticias desde hace más de 250 años. El vino envejece en barrica de roble durante catorce meses. Su precio es de unos 24 euros.



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